Alberto Fernández: “No está en la cabeza de ninguno andar expropiando empresas”
Tras el anuncio de la intervención de la cerealera Vicentín por parte del Estado y del envío de un proyecto de ley de expropiación al Congreso nacional, el presidente Alberto Fernández dijo que se trata de una “decisión excepcional”, recordó que la empresa se encuentra en quiebra y negó que la medida haya sido impulsada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Tras el anuncio de la intervención de la cerealera Vicentín por parte del Estado y del envío de un proyecto de ley de expropiación al Congreso nacional, el presidente Alberto Fernández dijo que se trata de una “decisión excepcional”, recordó que la empresa se encuentra en quiebra y negó que la medida haya sido impulsada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“No está en la cabeza de ninguno de nosotros andar expropiando empresas”, dijo Fernández en declaraciones a Radio Con Vos, luego de que surgieran especulaciones sobre planes en ese sentido para otras empresas. Asimismo, señaló que la intervención de Vicentin anunciada ayer, implica “un enorme esfuerzo del tesoro nacional”.
“La excepcionalidad de esta decisión es absoluta”, señaló. “Se trata de una decisión excepcional por su naturaleza estratégica. No nos podemos hacer cargo de la economía privada”, remarcó. “Nadie seriamente puede pensar que nosotros tenemos como política quedarnos con las empresas privadas. Esencialmente porque no creo en eso”, dijo. E insistió en que el Estado se está “haciendo cargo de una empresa en quiebra, no de una empresa próspera”.
Además, afirmó que la vicepresidenta no estuvo involucrada en la decisión: “Te escuchaba decir eso de que era una decisión de Cristina… No fue así, fue una decisión absolutamente estratégica”, apuntó. Y añadió: “Es una decisión de algo que me preocupa a mí. No estamos hablando de cualquier empresa”.
En otro tramo de la entrevista, Fernández volvió a explicar su vínculo con la expresidenta. “Tenemos que terminar de aventar esa historia negra de que Cristina me reta, me pega dos gritos y me hace hacer lo que no quiero hacer. Eso no existe y yo no permitiría que exista”, sostuvo.
“Yo tengo un vínculo personal de muchos años con Cristina que excede lo político. Cristina tiene una historia política que me excede políticamente a mí. Con Cristina hablo de todos los temas de gobierno, pero la verdad es que sería muy injusto con Cristina si dijera que impone posiciones. Ahora, con Cristina tenemos muchas miradas en común y tenemos algunas miradas divergentes”, introdujo.
“Cristina cenó conmigo el jueves. Le dije ‘el fin de semana voy a hacer esto’ y ahí coincidimos en la mirada, pero no es algo que yo le estuve preguntando. En ese encuentro aprovechamos también para ordenar la agenda legislativa. Cristina no ha sido una Presidenta más: ha dejado gente que la quiere y gente que no, es un personaje…. me sale la palabra polémica”, ahondó.
Y continuó: “Hay sectores que son muy reactivos a ella; hay una voluntad de demonizar a Cristina y de perjudicar al gobierno mostrando a Cristina como lo que no es, ese demonio que no es”.
El jefe del Estado contó que comenzó a discutir hace varias semanas sobre la situación de Vicentin con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti. “Anabel (Fernández Sagasti, senadora nacional) se sumó porque tenía un proyecto de expropiación”, afirmó.
Según Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el resto de su equipo de ministros no estaban al tanto del proyecto. “No lo hablé absolutamente con nadie, excepto con Kulfas”, reveló. Y argumentó que optó por acelerar el anuncio sobre la expropiación cuando distintos “emisarios” le pidieron que los contactara con los dueños de Vicentin para buscar una solución.