“En primera o segunda vuelta, vamos a seguir gobernando”, prometió Massa ante los aplausos del auditorio que lo acompañó el lunes en una cena de campaña y recaudatoria en el predio de Parque Norte. Allí, funcionarios, referentes políticos, empresarios y gremialistas, efectuaron aportes de entre $ 100 mil y $ 5 millones para compartir el encuentro con el candidato presidencial oficialista.

Como en sus últimos discursos, el ministro insistió en justificar la crisis económica en la deuda que tomó el gobierno de Mauricio Macri con el FMI y a los efectos de la pandemia y la sequía, pero aseguró que asumió la responsabilidad con una apuesta al futuro. “No lloramos, no soy de los que mariconea, soy de los que enfrenta cada uno de los problemas que le toca enfrentar”, enfatizo.

Acto seguido reprochó los proyectos de sus adversarios en la pelea presidencial, Javier Milei y Patricia Bullrich. “Lo que está en juego es entregar la soberanía con eso de la dolarización o la dolarización cobarde o resignarse a perder la capacidad como país de elegir el proyecto de desarrollo”.

Remarcó, entonces, su aspiración de construir un gobierno de “unidad nacional” si resulta electo, para avanzar en la reconstrucción de la moneda, la simplificación tributaria, una economía formalizada y un proyecto de desarrollo productivo. “Tenemos que romper los péndulos que nos ponen entre avances y retrocesos, que nos plantean la grieta campo-industria, entre interior y Buenos Aires, y que en otro momento nos quieren envenenar con antagonismo políticos”, reclamó