Milei negó una nueva devaluación y confirmó que habrá “competencia de monedas”
Con fuertes críticas a los economistas que piensan lo contrario, el presidente Javier Milei negó hoy de plano que vaya verse forzado a aplicar una nueva devaluación del peso, al tiempo que aseguró que está “cada vez más cerca” de levantar el cepo cambiario e instaurar un régimen de competencia de monedas. Lo respaldaron algunos de los empresarios más poderosos del país.
Con fuertes críticas a los economistas que piensan lo contrario, el presidente Javier Milei negó hoy de plano que vaya verse forzado a aplicar una nueva devaluación del peso, al tiempo que aseguró que está “cada vez más cerca” de levantar el cepo cambiario e instaurar un régimen de competencia de monedas. Lo respaldaron algunos de los empresarios más poderosos del país.
Milei llegó al almuerzo del Concejo Interamericano del Comercio y la Producción, un foro que reúne a la dirigencia política con los hombres de negocios. en actitud desafiante: invitó a los periodistas que lo aguardaban a entrar y ver “el baile” que pensaba propinarle a quienes sostienen “esa hipótesis equivocada que sostiene que hay atraso cambiario”.
Después mezcló argumentos técnicos con diatribas dirigidas a los economistas que afirman lo contrario en un discurso dedicado exclusivamente a conjurar los rumores acerca de la inestabilidad de una nueva devaluación en Argentina producto del atraso cambiario, medida que a su vez podría repotenciar la inflación.
Milei criticó el nivel de “fatal arrogancia” -una cita a Friedrich Hayek, uno de sus economistas de cabecera- de los especialistas que creen poder calcular cuánto se atrasó el precio del dólar. “Están pretendiendo saber cosas sobre las que no tienen la más pálida idea”, se quejó el Presidente en el Hotel Alvear.
Milei cargó contra sus colegas de profesión que cuestionan el valor establecido y les dijo que hacen “análisis berretas” y son unos “chantas”.
“Si bien vengo en carácter de Presidente, dado lo intenso que está el debate sobre si hay atraso cambiario, no puedo dejar de ser economista. Así es que me parece relevante tener este debate porque desde mi punto de vista, sacando raras excepciones, lo que están diciendo la mayoría de los analistas está mal; por ende voy a mostrar por qué lo que dicen está mal”, dijo Milei.
¿Por qué no hay atraso?
El Presidente puntualizó: “Un indicador de que yo tengo un problema que desde la política económica yo estoy generando atraso cambiario sería el déficit fiscal creciente. Acabamos de decir que metimos un ajuste de 15 puntos del PBI. Listo, no hay lugar a discusión”.
“La otra es, estoy llevando una política monetaria activa y tengo cepo, entonces tendría que tener brecha. Les recuerdo que cuando nosotros llegamos, la brecha era del 200%. Había una relación 3 a 1. Y hay caraduras, liberticidas, que durante toda su vida vivieron hablando de que había que ponerle arena en las ruedas. Y ahora vienen a hablar del cepo, cepo, cepo. O aquellos que ahora me hacen estos planteos, son los mismo que afirmaban que una brecha del 600% estaba bien y se podía convivir con eso. Hay cada caradura. No deben leer las cosas que escribieron antes. No cierra el modelo, hacen matemática borrosa.”, acotó.
Y completó: “El otro caso es el tema de las reservas. Si tuviéramos un problema de atraso, tendríamos una sistemática caída de las reservas. Y no paramos de comprar. Y después el tema de los precios, donde claramente se ve el sendero decreciente de la inflación. Esto es interesante porque cuando llegamos, la primer semana de diciembre los precios corrían al 1% diario. En la segunda semana, fue un poco más. Ahí es cuando nosotros decidimos pararnos arriba del gasto público y meter el ajuste fiscal no más grande de la historia argentina sino el más grande de la historia de la humanidad. Lo reconocen en todo el mundo menos acá”.
“Les voy a decir algo a quienes hablan de ‘mucha licuidaora’ y ‘tijerita’”, dijo en referencia a los dichos del economista Carlos Melconian. Y arremetió: “Primero, hemos recortado la obra públicas, las transferencias discrecionales, no paramos de cortar choreos, llevamos la estructura del Estado a la mitad. Hablan de tijerita. ¿Qué tijerita? Estamos recomponiendo tarifas. Y hablan otra vez de tijerita. Esto lo dicen justamente los que hablaban de que no se podía ajustar más de un punto”.
Durante otro tramo de la exposición, Milei destacó el trabajo del Luis Caputo al mando del ministerio de Economía. Lo tildó de “chanchito de yeso” ya que “para sacarle un mango hay que romperle todo”. “Si alguien quiere romper el chanchito me va a tener que romper a mi porque no voy a entregar el resultado fiscal”, advirtió-
Más adelante, se refirió al tema de los impuestos y aseguró que el Ejecutivo tiene intenciones de bajarlos. “En la medida que la economía empiece a rebotar y empiece a crecer los vamos a ir bajando no tengan dudas, La dinámica sería primero eliminar el Impuesto PAÍS, después las retenciones, y después el impuesto a los débitos y créditos bancarios”, dijo.
Pero aclaró: “No somos solo nosotros, estamos en un país federal. Y eso también lo tienen que incorporar. No me pueden pedir a mí que yo haga lo que tiene que hacer un municipio ni menos tampoco una provincia. A veces piden cosas que no están dentro de la función”.
Presencias
En el almuerzo estuvieron algunos de los empresarios más importantes del país, como el presiente de la Corporación América, Eduardo Eurnekian -que ya había respaldado ayer a Milei-, Alejandro Bulgheroni, el presidente de Pan American Energy; Gustavo Weiss, presidente de Camarco, la cámara de la Construcción; Natalio Grinman, presidente de la CAC, Cámara Argentina de Comercio y Servicios; Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond; Daniel Novegil, Vice Chairman de Ternium; Mario Montoto, presidente de la Fundación TAEDA y mecionado como accionista de Infobae, uno de los comerciantes de armas más activos del país; Adrián Werthein, socio de Grupo Werthein, y Juan Nápoli, presidente de Banco de Valores, Rodrigo Pérez Graziano, director Institucional de Stellantis Argentina; Alfredo Gusman, tesorero de la Asociación de Angus y propietario de Celusal y Julio César Crivelli, abogado, coleccionista de arte y es presidente de Camargo, entre otros.