Avanzan las sesiones virtuales en el Congreso y podría tratarse el impuesto a la riqueza
26-4-2020.- La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de Diputados, Sergio Massa, avanzaron este martes con la reapertura “virtual” del Congreso, al presentarle a la oposición un plan de sesiones online o mixtas, con la mira puesta en el tratamiento del impuesto a la riqueza.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de Diputados, Sergio Massa, avanzaron este martes con la reapertura “virtual” del Congreso, al presentarle a la oposición un plan de sesiones online o mixtas, con la mira puesta en el tratamiento del impuesto a la riqueza.
En el Senado, CFK entregó al jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, una propuesta de sesión online que contempla que todos los senadores participen desde sus hogares y sea ella, en carácter de presidenta del cuerpo, quien dirija el debate desde el recinto.
La expresidenta recorrió la cámara junto a Naidenoff para mostrarle los dispositivos instalados (dos pantallas, una cámara web, un micrófono y una computadora personal) para que ella pudiera seguir la sesión en forma presencial.
El plan contempla que el secretario parlamentario, el peronista Marcelo Fuentes, y el prosecretario parlamentario, el radical Juan Tunessi, sean los encargados de constatar las presencias, los votos y la identidad de los participantes de la sesión.
El instructivo solicita a los senadores contar con una conexión a internet estable, una computadora personal con cámara web y micrófono y un teléfono celular de respaldo por si falla el primer dispositivo.
La intención del oficialismo es sesionar el próximo jueves 6 de mayo y validar allí los DNU establecidos por el presidente Alberto Fernández en el marco de la emergencia por la pandemia. Cualquier otro asunto requiere de la reunión de comisiones y la emisión de dictámenes.
Sin embargo, el oficialismo espera en una segunda sesión poder aprobar el impuesto a la riqueza, una propuesta del kirchnerismo para cobrar un tributo extraordinario del 1% de los bienes declarados por las 12 mil personas más ricas del país, con el que buscan recaudar más de 3 mil millones de dólares.